En esta maravilla, las zanahorias delicadamente dulces por el toque de miel, se equilibran con un aderezo picante de ajo y hierbas. Servir tibia o a temperatura ambiente.

 

500 g de hojaldre

2 cdtas de harissa o pasta de ají

650 gr de zanahorias peladas

30 gr de avellanas partidas por la mitad

½  cdta de semillas de comino

1 cda de aceite de oliva

1 cda de miel de Quillay

35 gr de mantequilla

 

Dressing:

25 gr de cilantro, picado

1 diente de ajo, machacado

½ limón, ralladura más 1 cucharada de su jugo

2 cdas de aceite de oliva

 

Preparación:

Precalentar el horno a 220°C

Estirar la masa de hojaldre sobre papel hasta formar un círculo de 28cm. y untar con la pasta harissa, dejando un borde de 3 cm. Reservar.

Cortar las zanahorias por la mitad a lo largo (o en cuartos si son gruesas). Poner en una fuente para horno con las avellanas, comino y el aceite de oliva. Sazonar y revolver. Ponerlas en una sola capa, cubrir con papel aluminio y asar por 25 a 30 min, o hasta que estén al dente.

Poner a fuego medio un sartén resistente al horno, añadir la miel y la mantequilla afundir. Apagar el fuego y poner las zanahorias asadas moviendo para cubrir con la mantequilla, luego ordenar en la base del sartén. Poner la masa sobre las zanahorias, el lado harissa hacia abajo, doblando los bordes alrededor de las zanahorias. Hornear durante 25-30 min hasta que esté dorado y crujiente.

Dejar  reposar durante 2 min antes de voltearlo con cuidado sobre una tabla o fuente para servir. Mientras tanto, mezclar los ingredientes para el aderezo y sazonar. Verter sobre la tarta para servir.

 

Receta, producción y fotografía: @catasanchezmontes